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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Satisfecha.

Hoy he celebrado un juicio verbal de desahucio, en principio nada estupendo o llamativo. Sin embargo, hoy he salido de la Sala con una buena sensación, no me voy a pronunciar sobre el fondo, eso se lo dejo al Juez, sino sobre la manera en que se ha desarrollado la vista. El compañero, muy en su posición , defendiendo a su cliente con fuerza, pero sin agresividad, con convicción y con hechos. Nada de aburrir al tribunal con jurisprudencia y con leyes, que por conocidas sobran, se ha lucido con sus interrogatorios y sus alegaciones, sensatas, claras, tratando de hacer ver al Juez por sus ojos. Gracias JuanMa, me ha gustado tenerte enfrente.

Años sabáticos.

Todos los que trabajamos en la Justicia, fundamentalmente Jueces, Secretarios y Fiscales, pero empezando por los Letrados, deberíamos tomarnos un año sabático. Cada diez, uno libre, pero no para holgazanear, sino para revisar, repasar, y replantearnos el trabajo realizado, desde la perspectiva del tiempo, la experiencia y el estudio. Calmaríamos muchas de las "pasiones" que a diario, no sólo nublan, incluso ciegan nuestro juicio. Debería ser preceptivo y con trabajo de fin de curso. Ya se que de entrada suena a vacaciones que no nos podemos permitir los que no cobramos sueldo mensual a cargo de los impuestos, pero tanto nuestro trabajo, como nuestro humor, mejoraría. Tras nueve años consecutivos estamos quemados, asqueados, hartos, aburridos, y todo lo que se os ocurra, de clientes, compañeros, "operadores jurídicos" varios. Serviría también de arel para separar las vocaciones de las conveniencias y de las circunstancias. Quedarían, al final, los que hacen su

Situaciones anómalas

Hay veces en que las conjunciones astrales se trasmutan y tienes dos días seguidos juicios con la misma demandada y distintos demandantes. El jueves tengo un verbal contra una mujer y el viernes vuelvo a tener otro verbal diferente contra la misma mujer. Ella no es mi cliente, es mi contraria. Curioso? Si, bastante, por una serie de circunstancias nos señalaron las vistas para dos días consecutivos. Ya os contaré cómo me va dos juicios contra la misma demandada.

Y seguimos soportándolo todo.

Los letrados, desunidos por esencia e idiosincracia, no somos capaces de unirnos, ni estamos dotados de la mínima capacidad de coordinación gremial. Cada día nos enfrentamos a situaciones inverosímiles, y seguimos poniendo la otra mejilla. Luego, al llegar al despacho, explicamos lo inexplicable a nuestro cliente, el cual comprende, incluso menos que nosotros, cómo es posible que lo sucedido haya acontecido. No, hoy no me refiero a resoluciones judiciales increíbles con fundamentaciones embutidas con calzador. Hablo de procedimiento, de expedientes que se pierden, de recursos y escritos que no sólo no se proveen, si no que ni siquiera "existen" y dan lugar a una carga adicional de trabajo para nosotros, pues nos obliga a presentar nulidades de actuaciones. Y sin hacer nada, seguimos soportándolo todo.

Cansancio.

En ocasiones, sobre todo cuando el justiciable es inocente, acaba por pedir que se acabe su suplicio judicial por puro cansancio emocional. Me he encontrado en varias ocasiones con esa circunstancia, el propio cliente me dice "no puedo mas". Aunque yo vea visos de prosperabilidad de una apelación, o plantee la conveniencia de una no conformidad, ellos, asqueados, se rinden. Cuando el cliente quiere luchar contra tu criterio, la experiencia me dice que tiene mas visos de culpabilidad que de otra cosa. La mayoría de los inocentes no pelea, se resigna a la inevitabilidad de la marabunta de un proceso que no comprende, basado en unas leyes que no conoce y regido por un juez del que desconfía.

Juez inquisitorial.

Nuestro sistema procesal criminal eliminó, hace mucho tiempo, de la letra de la ley, al juez que buscaba sólo la condena. Nuestra constitución consagró, como derecho fundamental, la presunción de inocencia de los imputados. Nuestros jueces han olvidado ambas cosas. Los juzgadores, con los copia/pega en sus sentencias, creen fundamentar impecablemente su incapacidad para oír lo que se dice y entender el metamensaje y el lenguaje corporal de las víctimas, testigos e incluso peritos judiciales. Para ellos es coherente y razonable esperar mas de seis horas para formular una denuncia por violencia de género y no se cuestionan, ni por un instante, si las lesiones que presenta la "presunta" víctima se han podido producir en ese lapso de tiempo, de una manera distinta o por persona diferente a la que se sienta en el banquillo. Parte de la culpa es de la ley, pero la parte del león de la misma, es de quien la aplica, que sólo escucha lo que quiere escuchar, y tras escudarse en que

Nos encanta escucharnos.

Esta mañana tenía la declaración de un cliente mío imputado por un delito contra el patrimonio, y durante la misma, he sido más consciente que nunca, de que a los abogados nos encanta oirnos. Durante mas de una hora y media, mi ilustre compañero de la acusación, ha repetido, reiterado, y repreguntado, con voz calma y mascando las palabras, con parsimoniosa tranquilidad y tratando de dar sustancia a lo que no la tenía. La solemnidad exasperante de su introducción de cada pregunta con el anticuado y civilista "Dígame, es cierto...", me ha llevado al límite. Por Dios y por Satanás, que era un interrogatorio penal y que no se le va a dar por confeso. Espero que estas Diligencias terminen como preveo, o de lo contrario el día de la vista oral vamos a salir a las ocho de la tarde. Entre los interrogatorios, las periciales, las testificales y los informes finales nos van a dar las uvas.

Fiscales curiosos.

Esta mañana han comenzado las sesiones del juicio oral por un asesinato que se cometió en enero pasado y lo más chocante ha sido ver al Fiscal encargado de la acusación pública. Es la Delegada de Violencia de Género y resulta sorprendente verla ejerciendo de Fiscal, no de ese engendro inquisitorial en que se ha convertido la inconstitucional jurisdicción especial contra el mediático maltrato contra las mujeres. Intentaré ir el día que se produzcan los Informes finales, si puedo, será refrescante desencasillarla.

Me termino resignando.

Los últimos días de la pasada semana fueron especiales, ya que además de profesional soy mujer, esposa, madre, "Celeb Styler" y se compendió todo. Hoy, de vuelta a la cotidianidad laboral, me he enfrentado a una de las peores circunstancias que tiene que afrontar un Letrado, entrar a un procedimiento empezado en el que ya no puedes hacer las cosas a tu modo, con lo cual, la resignación es obligada, ahora tienes que enmendar lo que en tu opinión está hecho de una forma distinta a la que se debería. Por otra parte, en este caso concreto, poco se ha hecho por mi predecesor en el asunto, asi que espero, confió y deseo poder reconducirlo a mi manera. Otras veces la resignación deriva de la obstinación de los políticos de legislar en contra del sentido común y, por desgracia, en ese caso sólo podemos limitarnos al control de daños.

Justicia?

Acabo de leer la noticia de que la Audiencia Nacional (presuntamente independiente por ser parte del Poder Judicial) en contra de todos los informes forenses y del criterio de la Fiscalía (dependiente del Poder Ejecutivo) ha decidido, con unos criterios que se me escapan, dejar en libertad condicional a un terrorista que ni se ha arrepentido, ni ha pedido perdón, ni nada. Sus cuarenta y siete kilos de peso ( eso es lo que dijo el Presidente del Gobierno), han pesado mucho más que sus horrendos crímenes. Si ponemos al condenado en un lado de la balanza y los tomos de sus causas juzgadas en el otro, seguiría pesando mucho más el horror de sus actos. En que legislación, pretenden los Magistrados de la A.N. hacernos creer que se han basado? Cada día peleo con decisiones del Juez de Vigilancia Penitenciaria, que deniega a los presos normales permisos de salida de fin de semana por cosas estúpidas, y las Audiencias confirman esas denegaciones. Ya ni hablemos de libertades condicionales.

Acusación sorpresiva.

Por mas que intento evitarlo, mi capacidad de sorpresa es un pozo un fondo, un agujero negro de antimateria que lo engulle todo. Esa es la razón de que, después de tanto tiempo, aun siga extrañándome con las cosas que ocurren. La semana pasada me designaron un juicio de faltas a celebrar mañana, en el que mi cliente es acusación. Hoy la funcionaria me llama para pedirme el fax y notificarme el señalamiento. Le digo, en cualquier caso, pasaré por allí. Cuando llego me dice:"iba a llamarte, porque se ha acumulado a otro y tu cliente es denunciante/denunciado". Recuerdo que el juicio es mañana. Le digo que eso es una acusación inesperada y que quiero hablar con el Juez para que lo suspenda. Inútil siquiera tratar de conseguirlo. Le digo, de acuerdo, notifícamelo. Y ahora lo notificas personalmente a mi defendido, y muy seria responde: "No te haces tú cargo de notificarlo a tu cliente?". Casi me muero del soponcio, cómo pretendía que era válida la notificación de

Dar la vuelta.

Esta mañana tenía un juicio por una violencia de género, y la situación, de antemano, se presentaba como factible de defender, y eso, que antes de entrar, Su Señoría estaba tontamente susceptible. Me acerqué al Fiscal para confirmarle que no iba a negociar una conformidad, y añadí, "porque a mi no me cuadra", nada mas. Ella ha saltado como una hiena, diciendo que estaba tratando de influenciarla. Le he pedido educadamente disculpas, aunque en mi fuero interno estaba pensando que se había vuelto loca. Pues claro, lo normal es que si al Letrado defensor no le cuadra, va a tratar de pelearlo, y no se va a conformar con un acuerdo. Luego ha empezado la vista, y no iba excesivamente mal, aunque si con diferencias de trato, muy notables, entre los testigos. A una de ellas, madre de la víctima, no le ha hecho advertencias severas sobre el falso testimonio en causa penal. A la otra, una menor, hermana del acusado, si se las ha hecho, intimidándola hasta el extremo de que la joven,

Findes

Este nuevo curso no postearé durante los fines de semana ya que tenéis derecho a descansar. Espero que hayáis tenido un Feliz Día de Extremadura.

Bolsón

Hay veces en que el letrado es primero persona, y sólo después defensor de los intereses de su cliente. Me explico, nosotros también nos reímos, siempre en privado, del aspecto físico de algún defendido peculiar. Hoy me ha tocado asistir como dirección técnica, al hermano gemelo de Frodo Bolsón, era un hobbit, lo prometo. La mayoría de vosotros, que tenéis la paciencia y la amabilidad de leerme, sabéis que soy bajita, pero el demandado en cuestión, era más bajo que yo en bailarinas. Pudiendo esto, ya de por si, resultar divertido, lo mejor, con diferencia ha sido el desarrollo de la vista. Habíamos alcanzado un acuerdo y por el Juez se le pidió que manifestase su conformidad. El mediano, empezó a perorar a propósito de que "... tal como están las cosas, hay que conformarse con todo lo que quieran las mujeres...". Enfrente, su Procuradora, su Letrada, la Magistrada, la Fiscal y yo, cinco mujeres. A Su Señoría no le pareció oportuno lo dicho y le volvió a preguntar que si e

Sensatez

Hoy me he reconciliado con el aparato estatal represor, aunque he de confesar que no me he sorprendido, ya que conozco hace un tiempo a su representante y desde siempre me ha constado tanto su capacidad profesional como su calidad personal. La sensatez de que ha hecho gala debería ser la norma y no la excepción. Muy al contrario de la situación que padecí el pasado lunes con una impresentable jurídica y humanamente. No se es mejor jurista por ser arrogante y soberbio, ni se gana el respeto y el aprecio de colegas y contrarios con semejante actitud. Los profesionales deberíamos mantener esa actitud de escuchar sin prejuzgar y rebatir con argumentos. No se trata de acomodarse a una forma abstrusa de imponer los propios criterios sin un mínimo de razonamiento lógico, que es en definitiva lo que nos distingue como homo sapiens sapiens.

Arbitrario.

En algunas ocasiones me planteo, con una palmaria ingenuidad impropia de mis años, cómo es posible que el poder existente para prevenir y desterrar la arbitrariedad, sea tan arbitrario. Todo depende del Juez, el Fiscal, el Secretario o el Forense que te toque. Y ello desemboca invariablemente en la corrupción del sistema mismo. Por interés económico, personal o sentimental, por desidia, ignorancia o mala fe, por ambición, exceso de trabajo o aburrimiento, cada interviniente en la Justicia se aparece como menos justo, menos concernido de su responsabilidad, y mucho mas pendiente de su capricho, voluntad o necesidad instantánea. Todos, y no me excluyo, funcionamos a impulsos inmediatos y olvidamos lo importante que es que nuestro trabajo, el de todos, busque la resolución de los conflictos y la paz social apoyándose en la ley. O a lo mejor lo que es arbitrario no somos los que la aplicamos, si no la ley misma.

Las guardias.

Hoy estaba de guardia de asistencia a las víctimas de violencia de género, y hasta esta tarde no me han llamado, mañana veremos en que para el asunto. Me han avisado mientras preparaba el escrito de defensa de un presunto "maltratador", puesto que no quisimos conformarnos con las presiones del Fiscal, ante lo que nos respondieron con una absoluta falta de práctica de pruebas y la imposibilidad de proponer ninguna en descargo del hombre. Ante esta situación se me plantea la natural esquizofrenia en que nos desenvolvemos los abogados, en un minuto eres defensor del agresor y en el siguiente eres la acusación por la víctima, y el mérito es que lo hacemos con la misma entrega y pasión. Pocas personas son capaces de apreciar esa ductilidad, algunos incluso llegarían a valorarlo si lo comprendieran, pero para nosotros es lo más natural del mundo. Bravo por los abogados y su impresionante capacidad de asunción de los diferentes roles, ya nos gustaría que los demás "operador

Estamos de vuelta y nada cambia a mejor

Despues de unas mas que merecidas vacaciones, tanto para vosotros como para mi, ya me he reincorporado del todo. El viernes tomé mi primer contacto con el trabajo en una guardia de juicios rápidos, y como las cosas sólo empeoran, no pudimos dejar el tema zanjado, ya que el Juez no estaba, así que mi cliente, comió, merendó, cenó y desayunó calabozos , hasta que el sábado a la hora de la comida resolvieron su situación personal. El embrollo se ha prolongado hasta hoy. Estabamos citados a las 9, hemos salido a las 15:30 horas, para tomar UNA DECLARACIÓN , la de la víctima, y como no nos hemos conformado, ya que la única prueba era un parte médico cuyo contenido no coincidía con la versión de los hechos de ésta, ni siquiera hemos practicado las tres testificales de los tres testigos citados por Instrucción. El Ministerio Fiscal, en el más puro estilo inquisitorial, ha obviado citar, en su Escrito de Acusación para el Penal, a uno de los testigos, que además es citado como presencial ta